¡QUE
VIENE EL LOBO! ¡QUE VIENE EL LOBO! Una vez más, la enésima. Los
dueños del cortijo llamado España, al ver peligrar su estatus y su
hacienda por el más que hipotético pacto de gobierno entre el
Partido Socialista y Podemos, apoyados por otras fuerzas residuales
afines a un gobierno de cambio y de progreso. Han vuelto ha soltar
los perros, han descerrajado la Caja de Pandora y desatado sobre este
doliente país las Siete plagas de Egipto.
La
derecha corrupta y ultramontana que nos desgobierna en diferido,
(gobierno interino) apoyada por otros viejos dinosaurios de una
pretendida izquierda acomodada que por fin se ha desprendido de su
careta de décadas. Se a apresurado a movilizar a todos sus
colaboradores necesarios. Lacayos, palmeros y voceros a sueldo,
(estratégicamente distribuidos e infiltrados en los medios de
comunicación) con el fin de -una vez más- difundir la alarma y
sembrar el pánico entre la población menos formada e ignorante.
Cosa que viene reportándoles buenos réditos y pingües beneficios
entre un sector de la gente de más edad, que todavía no ha sido
capaz de superar el miedo y el horror, que vivieron en primera
persona durante la guerra civil, y la posterior feroz represión de
la pasada dictadura Franquista sobre las personas disidentes,
valientes y librepensantes.
Estos
pobres ancianos prudentes y sumisos, saben muy bien quienes son los
herederos de aquellos verdugos. Recuerdan perfectamente, quien fundó
el partido que los defiende y los acoge y, de lo que llegan a ser
capaces cuando peligran sus privilegios y mamandurrias. Entre estas
pobres gentes, el miedo sigue siendo el antídoto más eficaz contra
el voto progresista y de izquierdas, que permita al Pueblo sacudirse
de una vez por todas el yugo de una forma de gobierno extractiva,
retrógrada y represiva, más cercana a la edad media que al siglo
XXI que nos alumbra hoy.
Una
vez más, -como siempre- los poderes fácticos han tocado a rebato
para unir fuerzas en torno a sus intereses de clase y defensa de sus
prerrogativas adquiridas, de sus chollos, de sus abusos y de su
derecho de pernada. Apelando a la nueva venida del lobo, tratando de
atemorizar a las ovejas mediante la falacia de la desinversión del
capital, de la deslocalización de las empresas y la huida masiva de
los más emprendedores.
Si
esto fuese así, el empresario serio, honesto y trabajador estaría
de enhorabuena. Al desaparecer del mercado español este tipo de
empresaurio tahúr y ventajista, mediocre y parásito de las
administraciones del estado, cuya única habilidad consiste en
conseguir favores o adjudicaciones de obra pública a dedo, mediante
la “coima” y la “mordida”, o del chantaje y la extorsión.
Sanguijuelas chupasangres, especialistas en hinchar los presupuestos
con cargo a las arcas del erario público, maestros del sobrecoste,
incapaces de generar riqueza en igualdad de condiciones con otras
empresas del gremio más serias y competentes, en un marco legal de
libre mercado, exento de competencia desleal.
Esta
lacra, esta oligarquía y sus secuaces, siguen con su eterno
discurso, tratando de persuadir a los crédulos y pardillos de que si
gobiernan los izquierdistas, llegarán años de vacas flacas. En
cambio, si son ellos los que gestionan el país, viviremos en un
mundo multicolor, en un prado lleno de vacas gordas. Cuando es más
que sabido, que con los gobiernos de esta derecha sumisa y esclava
del capital, supeditada al dictado de los banqueros y del IBEX 35,
los únicos que engordan son los cabestros
Afortunadamente,
entre las nuevas generaciones de españolitos, las viejas amenazas de
los diplodocus ya no cuelan. Estos pseudo-empresaurios son de corto
recorrido. De igual modo que muchos represaliados no han conseguido
superar el miedo, ellos no han sido capaces de superar los vicios y
la mala praxis de la dictadura. Con sus tramposos métodos que tan
buenos resultados y millones les dan en la España corrupta, no van
muy lejos, no acaban de estar preparados para competir allende
nuestras fronteras. Este tipo de empresaurios cuando intentan
concurrir fuera de España, exportando sus malas artes a otros países
más serios y con un regulación más eficaz sobre las obras y los
presupuestos, las más de las veces suelen estrellarse contra su
propia incompetencia. (problemas de sobrecostes en la ampliación
del Canal de Panamá, igualmente, en la construcción del Ave de la
Meca a Medina, la disolución de la sociedad petrolera Repsol/YPF.
Etc.etc.) Problemas y más problemas de estas compañías mal
acostumbradas por el Régimen Franquista, y hoy, premiadas y
bendecidas por los gobiernos del bipartidismo, que en caso de apuro
corren a rescatarlas con dinero público, (el deposito gasístico
Castor, las Autopistas, y un largo etcétera) al igual que a la Gran
Banca.
Ya
digo, si estas empresas, cárteles y monopolios, protegidas y
favorecidas, (subvencionadas, que no pagan impuestos, que evaden
capitales y beneficios a Paraísos Fiscales) y sus nefastos
dirigentes se marcharan del país, -que no caerá esa breva- en la
nueva actividad económica resultante, volvería a lucir el sol. Los
sufridos contribuyentes nos veríamos libres de tan gravosas
garrapatas, y los empresarios honrados y profesionales, así como una
legión de emprendedores de nuevo cuño, accederían a un mercado
diáfano, de libre competencia y podrían optar a obra pública y
privada a través del libre concurso y licitación. Al abandonar el
barco como ratas, estos empresaurios mafiosos y corruptos, se abrirá
para los españoles honestos, atrevidos y dinámicos, todo un mundo
de oportunidades de negocio.
Estas
burdas y arcaicas amenazas, (“que vienen los comunistas, que nos
despojarán a todos de las tierras, la casa, el coche, y hasta de la
mujer y los hijos”) el ruido de sables de algunos militares
retrógrados, ya lo conocemos. Es el mismo que desplegaron para
intentar frenar la ilusión y la esperanza generada en los
ciudadanos, en torno a la candidatura a la presidencia del gobierno,
de Felipe González, durante la campaña electoral de los comicios de
1.982.
Unas
elecciones ganadas por el Psoe por abrumadora mayoría absoluta y que
se caracterizó por la famosa frase de A. Guerra. “El día en que
nos vayamos -los socialistas- a España no la va a reconocer ni la
madre que la parió” Lástima que a día de hoy, el irreconocible
es el propio Partido Socialista Obrero Español. Desprovisto de todo
significado en cuanto a la S y la O de sus siglas, y de toda
ideología que huela a Marxista-Leninista. Pastor de un “rebaño”
desorientado y sin rumbo.
Por
todo ello, ha llegado el momento de perderles el respeto a los
embusteros que han hecho de España durante tantos años una
“Oligarquía de destino en lo universal.” Que siguen utilizando
el terror y la intimidación como arma electoral para imponernos sus
intereses. Es hora de liberar nuestros miedos atávicos. A los
“corderos y las ovejas” de hoy ya no pueden engañarnos. Es
tiempo de reírnos de sus gastadas falacias, de sus repetidos
embustes y de ellos mismos; de los “pastores mentirosos.”
Hoy
luce el sol, es un nuevo tiempo, salgamos a la calle todos juntos,
votemos en conciencia. Seamos dueños de nuestras vidas y nuestro
destino.
A
partir de este momento: Cero alarma, cero miedo.
Antonio
Argudo Puerto Sagunto 16/01/2016